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  • Tommy

¡Hey...necesitas un Entrenador!

Actualizado: 29 may 2023



Seamos honestos.


Tal y cómo avanzan las cosas*, tarde o temprano, nos vas a necesitar.


Todo el mundo va a invertir dinero en su salud,
únicamente tienen que decidir cuándo.

Quizás no nos necesites a los 20 años, cuando estás en la universidad, vives con otros estudiantes, comes en la residencia, y entras al gym a intercambiar hormonas y presentarte en sociedad.

Lo entiendo, ¿quién va a pagarse un entrenador cuando come pasta casi cada día y apenas le quedan 30 euros para las cervezas del viernes?

Además, el metabolismo es un Fórmula-1 que derrite grasas en cada vuelta y las venas musculares aparecen casi desde que empieza la serie de calentamiento.


Quizás, sólo quizás, nos necesites a los 30, cuando puede que la salud empiece a comerse a la silueta, cuando el trabajo y el máster no te dejan dormir bien, tu tiempo empieza a irse por el sumidero, tu sistema de alimentación se describe como “rápido y fácil” y las hormonas te miran asustadas.

Además, la boda es en 4 meses.


Casi seguro nos necesitarás a los 40, cuando la salud (ahora sí) se ha comido a tu silueta, …y a tu propia salud. Cuando el cargo de responsabilidad en el trabajo te absorbe al máximo, los niños tienen mil actividades diarias, la menopausia comienza a espiarte, el stress te agarra del cuello y el día dejó de tener 24h. Además, puede que el dolor lumbar sea frustrante.

¿Qué hago?... es la pregunta más frecuente.

“Necesito ayuda” la frase que nunca suena en alto.


Nos vas a necesitar a los 50, cuando empieza la “segunda parte” y tienes que remontar el resultado. Cuando tu energía se pone en huelga, tus carcomidas articulaciones rechinan y aprendes a deletrear Sarcopenia.

“No puedo seguir así” golpea tu mente como un martillo pilón.


Difícilmente pases de nosotros a los 60, cuando empiezas a planificar tu retiro, ya eres famosa en la farmacia del barrio, te levantas del sofá en 3 intentos, tu último análisis está lleno de asteriscos y ya te sabes de memoria la definición de sarcopenia.

La etiqueta de “señora mayor” está más cerca que lejos.


Y, obvio, nos vas a necesitar a los 70, cuando ir a por el pan es un tour por etapas (la cuesta se está haciendo imposible), cuando apuestas por una ansiada prórroga, los huesos son de cristal y la vida pesa una tonelada.

A ver si mañana tienes más fuerza para coger a tu nieto en brazos.


Y sí, también a los 80, 90, 100 (why not?) nos vas a necesitar


Alguien podría pensar que estoy siendo negativo y exagerando lo arriba descrito. Pero, por mucho que yo ame la metáfora en mis artículos, creo que es una más que justa exposición de la realidad de la gran mayoría de personas que no tienen el ejercicio como hábito de vida continuo.

Y, aún, la gran mayoría no tiene el ejercicio como hábito de vida continuo.



La Excelente, Buena, Mala y No Tan Mala Noticias:


· Excelente es que, de forma general, la práctica habitual de ejercicio físico (sobre todo la que conlleva mantener/aumentar la masa muscular, léase Fuerza), va a promover vivir más tiempo y mejor.

A los 20 esto te importa una mierda.

A los 80 darías todo lo que tienes por un día más.


· Bueno es que cuánto antes empieces este hábito atómico de mantener tu cuerpo sano y fuerte, mejor efecto residual futuro.

¡Si antes empiezas tienes bonus!


· Malo (muy malo) va significar que abandones tu cuerpo y lo dejes convertirse en un campo de concentración de células oxidadas, mal educadas y estúpidas que busquen cualquier hueco orgánico para joderte la existencia.

A los 20 esto te importa una mierda.

A los 80 darías todo lo que tienes por no ser viejo.


· No Tan Malo es que “siempre hay una oportunidad para responder”.

Sea el momento que sea el que elijas para comenzar, tu cuerpo va a lanzarte besos de agradecimiento por tu elección y va a “aligerarte” el camino en compensación.

Tu mejor momento para empezar es hoy.



Y TÚ, ¿qué crees?


“Déjate de rollos Tommy, Yo no necesito ningún entrenador para hacer ejercicio de por vida. “Yo hago deporte** desde siempre…”


No necesito a nadie que me acompañe en el proceso de cambio, ni que diseñe mis programas en base a mi vida real, ni que tenga experiencia y sepa comunicar.

No necesito a nadie que vea mi proceso con una visión holística, enfatizando mi Salud Profunda*** y teniendo en cuenta mis habilidades y debilidades únicas.


Tampoco necesito a nadie que me enseñe la ejecución adecuada a mi anatomía y/o movilidad articular.


A nadie que sepa escucharme sin interrumpirme y realmente sea empático y compasivo con mis problemas asociados a mis metas.


Ni necesito a nadie que realmente se responsabilice con el cambio que anhelo y que me tiene frustrada hace años, a nadie que me haga ver que hay una respuesta a lo que llevo años buscando.


Yo no necesito un Coach…”



(espacio temporal silencioso… y ¡oops!)


“Joder Tommy…

Eso es precisamente lo que necesito”



Ahora ya lo sabes

Esta va a ser la bendita tendencia.

Vas a necesitar un/a entrenador/a igual que en su día necesitaste un médico.

Digo más, cuánto antes te pongas en nuestras manos, menos médicos vas a necesitar.

¡Anda! Coge la calculadora: (menos médicos = menos medicamentos).


Antes de que aflore el odio déjame decirte que el médico es un profesional de una cualidad vital. La humanidad vive más, entre otros aspectos, por el avance médico general.


Pero si un médico, antes de todo, no te pregunta:

¿qué tipo de vida llevas?,

¿qué clase de alimentación?,

¿si haces ejercicio habitualmente?,

¿cómo es la calidad de tu sueño?

Ó ¿cómo va el stress general?...


Si simplemente rellena recetas en base a tu dolencia física…

Entonces, está muy cerca de convertirse en un traficante de drogas legales.


Vas a necesitar un entrenador…

Si quieres que esos cambios conseguidos no sean simplemente una foto efímera que sacas entre copas para presumir “cómo estabas en el 98”.

Si deseas crear un hábito atómico que te aligere la vida y te haga ser inmensamente más feliz.

Si necesitas mejorar y entender la relación con tu cuerpo y la comida, sin restricciones estúpidas.

Si deseas reconquistar la energía perdida, ya casi olvidada.

Si sueñas con volver a ponerte aquel vestido rojo (con el que conociste a tu marido).

Si quieres ser e implantar un ejemplo de salud en tus hijos.

Si quieres volver a tener una autoestima de acero.


Vas a necesitar un entrenador si deseas intentar vivir más y mejor en tu única vida.


Claro, necesitas un entrenador (o entrenadora), obviamente que sea bueno/a.

Pero esa elección sí que te la dejo a ti.



Seamos honestos…


Tal y cómo avanzan las cosas, tarde o temprano, nos vas a necesitar.


Tommy Álvarez

CoachTT

 

* El peso de la ciencia cada vez es absolutamente más certero sobre los inmensos beneficios que otorga la práctica rutinaria de ejercicio físico. Especialmente la inclusión del trabajo de fuerza vigoroso, que es a todas luces la gran baza física de la salud. ** “Deporte” no tiene nada que ver con entrenar tu cuerpo.

*** Proceso en el que todas las dimensiones de la salud están en sincronía. No sólo la física. No se trata únicamente de qué tipo de silueta tienes o cómo rindes, es también cómo piensas, respondes, solucionas problemas y lidias con el mundo alrededor tuyo.

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