Premisa nº1: Si no tienes sentido del humor, ya puedes darte la vuelta. Creo que te irá mejor repasar las “Conclusiones adaptadas del ritmo cardíaco del oso polar durante su ciclo de hibernación”.
Premisa nº2: El humor conlleva hipérboles realistas, algo así como la realidad exagerada.
Premisa nº3: Compañeros y compañeras entrenadores, esto no está hecho con la intención de criticar a nadie. Simplemente se trata de transportar algunos tópicos a la comedia.
Si te ves reflejado/a no te preocupes, no pasa nada
(no pasa nada dice.., claro.)
Premisa nº4: ¡Ah!, se me olvidaba, el artículo viene con un video demostrativo (al final) de todas las personalidades de entrenadores que se muestran en este artículo.
Venga en serio, antes del confinamiento ya existía el entrenador personal, aquel que entrenaba a clientes sin tirar ejercicios al aire.
Voy a retratar algunos de los perfiles de Entrenador Personal más llamativos. Lo más llamativo es que, incluso en la exageración más extrema, algunos son tal cual.
Esta es mi máxima: Cuando tienes un cliente, trátalo como especial, porque es especial. Ha confiado en ti su salud y algunos de sus sueños, ¿necesitas algún dato más que éste?
¡TUS CLIENTES SON ALL STARS!
1. EL “ACOMPAÑADOR”
Este entrenador, también conocido como el “toqueteador”, se caracteriza por vivir muy cerquita del cliente, acompañando cada ejecución y poniendo sus manos y dedos a lo largo de la anatomía de su entrenado.
Son famosas las fotos de Entrenadores o Entrenadoras justo al lado de su cliente como “acompañándolos en el sentimiento” (oops.., en el movimiento). Esas fotos suelen tener un texto a pie de página que dice “En Company Training te ayudamos a llegar al éxito”.
Veredicto: No voy a mentir. En ocasiones, sobre todo en novatos, hay quién requiere de un estímulo táctil para saber qué musculatura contraer o que área debe crear contexto. Ese estímulo suele durar 1 segundo y los que avanzan en su entrenamiento raramente necesiten ya que les hagas sombra.
Nadie quiere sentirte sobre él/ella, es un agobio. En serio.
“ESPACIO, ENTRENADOR, ESPACIO.”
2. EL “OCUPADO”
Este personaje existe, yo lo he visto con mis propios ojos.
Suelen coger demasiada confianza y aprovechan a clientes muy receptivos para vomitar su escasa profesionalidad y pasión por su trabajo. De paso, reflejan un nulo respeto por la contraprestación económica de este.
Veredicto: Les queda poco en esta industria, quizás engañarán a algunos más, tarde o temprano cambiará de trabajo.
Echa un vistazo entre sesiones por si tienes alguna llamada de interés extremo, pero…
“NO COJAS EL TELÉFONO, SILÉNCIALO”.
3. EL “BATA BLANCA”
Ese entrenador especialmente “demasiado científico”. Aquí hay dos vertientes.
-El entrenador que realmente aún no se ha dado cuenta (lo hace de manera automática), y todos esperamos que, poco a poco, se de cuenta que está entrenando a gente cotidiana, no está dando una clase magistral en la universidad. No hay un hecho forzado pero, por el bien de su mensualidad, mejor hará en cambiar su manera de comunicar.
-El/La que tiene un especial deseo de mostrar un conocimiento exhausto de la materia a su cliente, usando un vocabulario científico de lujo. ¡Psss! ¡eh!, un secretito: Al cliente le da igual. Lo que quiere es obtener un resultado.
Salvo algún caso especial, al cliente le gusta se educado peo de una forma más simple.
Veredicto: Demasiados adornos en la comunicación la convierten en artificial. El cliente ya confía en ti, desvívete por que consiga su objetivo, no por impresionarlo en cada sesión. No pasará.
“HABLA CON RIGOR, PERO CLARITO”.
4. EL “INFLUENCER”
Esta es una especie en auge.
Suele estar mucho más preocupado por el post-entrenamiento, es decir, las posteriores publicaciones sociales.
Con un narcisismo palpable, no suele importarle su cliente más que en aquellos momentos potenciales y aprovechables para su “influencia”.
Debido a la ausencia clara de fronteras regladas de la profesión, este perfil suele proceder del “otro lado”.
(Nota: No confundir con el profesional nítido que, además, educa en la red social a su comunidad. No tienen nada en común).
Veredicto: Eres Entrenador, ¡por Dios!
Si eres alguien que tiene influencia sobre otros debería ser de forma incidental, nunca de manera programada. Autodenominarse “Influencer” es, claramente, un signo de debilidad.
“¿QUE TAL SI INFLUYES EN TUS CLIENTES... Y DE MANERA SILENCIOSA?”.
5. EL “FUNCIONAL”
¡Buff!
Este entrenador o entrenadora te va a decir que quiere que “funciones” de manera “funcional”.
Si le preguntas qué es entrenar de tal forma.., ¡buena suerte!
Según quién te entrena tienes varias respuestas:
- “Se trata de que entrenes tal y cómo te mueves cada día, tratando de imitar los patrones humanos cotidianos”.
- “Es entrenar con multitud de planos y ángulos, haciendo que el cuerpo actúe como un todo y tratando de confundirlo”.
- “Va de entrenar sobre bases inestables y, así, trabajar equilibrios y propiocepciones para que estés alerta”.
- “Vamos a hacer cualquier cosa para conseguir que el Circo del Sol se fije en nosotros..”.
Son entrenadores Anti-Máquinas y creen tener la píldora del nuevo entrenamiento….,(hasta que cambien de parecer cuando se mueva el péndulo de la industria del fitness).
Veredicto: No es el tema a tratar hoy, pero creo que se equivocan ampliamente.
“NO HAY NADA MÁS FUNCIONAL QUE TRATAR DE SER CADA DÍA MÁS FUERTE”.
6. EL “PEDAGÓGICO”
La ironía del título es tan exagerada como en la masiva presencia de este tipo de entrenador. Realmente dudo que exista este personaje tal y como aparece en el video de abajo.
Simplemente se trata de un recordatorio para enterrar definitivamente cualquier atisbo de un comportamiento así.
Pero sí existe el/la que ensucia el proceso de enseñanza-aprendizaje, olvidando su cometido inicial: enseñar a alguien a moverse bien, luego a moverse más.
Creen que cada cliente debería ejecutar tal y como él/ella lo vive en su mente, sin alternativa alguna a la posibilidad de la más absoluta desconexión, por parte del cliente, con el mundo del movimiento.
Veredicto: Debes tener paciencia y fe. Debes progresar con tu cliente con consistencia y pasitos corto, ¡un momento!, ¿no es eso precisamente lo que tú pides a tus clientes en el proceso de entrenamiento?
“EL CLIENTE LLEGA A TI PARA QUE TÚ LE ENSEÑES A MOVERSE. DEJA DE JUZGAR”
7. EL “CHEERLEADER”
Cuenta repeticiones sin parar y vive de impulsos motivadores impulsivos. Está muy relacionado con acepciones arcaicas del término Entrenador Personal y su mejor feedback suele ser el de “mi entrenador me motivas una pasada”.
Sólo un problemilla: la mayoría de los clientes quieren/necesitan entrenar en un ambiente de relativa tranquilidad, motivante, pero sin convertir las sesiones en un carrusel de prominentes decibelios.
Veredicto: La Motivación, siendo importante, no es lo que te mantiene entrenando a diario.
“TU MISIÓN PRINCIPAL ES ENTRENAR, NO ANIMAR A TU CLIENTE”.
8. EL “OCUPADO 2” (otra vez..)
Más de lo mismo.
Lo repito porque esta figura.., ¡se repite!, y con bastante frecuencia.
De hecho, lo que verás en el video no es inventado. Ocurrió.
Un amigo me contó con todos los detalles como un entrenador hablaba por teléfono mientras “cuidaba” de su cliente de esta guisa (lo verás en el video).
Veredicto: Ya lo dije antes, les queda poco en esta profesión.
“CHACHO, QUE NO COJAS EL TELÉFONO, HOMBRE”
9. EL “MARINE”
Suele creer que cada sesión debe tener un “efecto aspiradora”, que haga al cliente sudar barriles y quedar exhausto. Es la única manera de “eliminar grasa” y hacerte mejor, “si no se sufre, no te cambia”.
Tiende a obtener gran remuneración de testimonios del tipo “el tipo me hizo vomitar” o “cada vez que entreno con él/ella me duele todo el cuerpo”.
Veredicto: Si le quitas eso su profesión se derrite como un hielo en Kenya. No le pidas que te enseñe la bisagra de cadera. Otra cosa, solamente pueden entrenar a gente relativamente joven.
“RELÁJATE CAMPEÓN”
10. EL (extremadamente) “INSEGURO”
Este entrenador tiene poca confianza en sí mismo y lo refleja en cada sesión.
Habla mal de otros compañeros, cuenta constantemente “quién fue él/ella” en el deporte o en la universidad y saca brillo hasta al título de manipulador de alimentos.
En serio, al cliente le importa un carajo quién eres, quiere resultados.
Veredicto: Se siente inseguro y eso le mantiene tenso, en alerta. Aunque la mayoría de los casos son inevitables (salvo el de hablar mal de colegas de profesión) y la experiencia los reconducirá, hay una especie que sigue incrustada en ese terreno.
“SI PIENSAS QUE ESTÁS COMPITIENDO CON OTROS ENTRENADORES, YA ESTÁS PERDIENDO”.
EL VIDEO
CoachTT.
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