
Odio los conceptos imperativos.
En serio, ¿quién soy yo para decirle a la gente lo que debe o no debe hacer?
El título no es una bronca, es una pregunta educada. Si lo recibes con cierta ofensa es resultado de tu percepción.
Una cuestión que te lanzo porque me gusta recoger información real, válida, de personas reales que viven vidas reales, como tú.
Me encanta preguntar.
Me gusta saber las razones honestas que existen tras las decisiones de cada persona.
Y esta es mi pregunta para ti:
Tú ¿a qué estás esperando para empezar a reactivar tu vida?,
¿a qué estás esperando para comenzar a entrenar?
Ya lo sé, quién coño soy yo para preguntar (otra vez).
¡Hey! soy Entrenador. Desde mi filosofía es demasiado importante el estado mental previo al proceso de entrenamiento como para pasarlo por alto. Soy entrenador individual (el término “personal” ya se ha viralizado, incluso valiendo para el/la que entrena grupos de 10-15 personas). Focalizo en la persona y en su enfoque bio-psico-social( no vas a dejar de leer ahora por una palabrilla media culta que pongo, ¿verdad?).
Entrenar a personas conlleva comprender a la exquisita individualidad, construir un sistema que permita un continuum y un ambiente que apoye los objetivos.
Digamos que el proceso de entrenamiento no sólo me pertenece a mí, pertenece a la persona que entreno. Nos pertenece.
Pero volvamos a esa pregunta que, quizás, te incomoda.
Mi intención no es fastidiarte, aunque si así fuera significa que conoces la repuesta.
Si sabes que el entrenamiento puede alargarte la vida…
¿a qué esperas?
Ah ¿Qué no lo sabías?, no me lo creo.
Estoy seguro que en algún lugar recóndito y oscuro de tu memoria permanece ese eco que rebota: “entrenar te hace vivir más y mejor…más y mejooor…mejooor… joor… or”
Si te empapas artículos de fitness y entrenamiento ya sabrás que existe lo que llamamos “evidencia científica”, que quiere decir que un escuadrón de benditos frikis ha hipotecado mucho tiempo de sus vidas y durante años han estudiado variantes y comportamientos para regalarnos certezas.
Y ya que estamos, vamos a nombrar algunos de esos estudios para que la próxima vez puedas explicarle a tu cuñado porqué estás entrenando, mientras él se toca la barriga y sorbe su quinto cubata.
La Ciencia habla:
Is Strength Training Associated with Mortality Benefits? A 15 year Cohort Study of US Older Adults.
Jennifer L. Kraschnewski et al. (2016) Prev Med 87:121-127
En este estudio se concluye que el entrenamiento de fuerza acorde a las pautas individuales se asocia significativamente con una disminución de la mortalidad general. La mortalidad por cualquier causa puede reducirse significativamente a través de la participación en trabajos de entrenamiento de la fuerza que estén acordes a las pautas de los adultos mayores.
Associations of Muscle Mass and Strength with All-Cause Mortality among US Older Adults.
Ran Li et al. (2018) Med Sci Sports Exerc; 50(3):458-467
Esta investigación concluye la asociación entre un bajo nivel de fuerza muscular con un riesgo elevado de mortalidad por todas las causas, independientemente de la masa muscular, el síndrome metabólico y el tiempo de sedentarismo entre los adultos mayores de E.E.U.U., lo que indica la importancia de la fuerza muscular para predecir los resultados de salud relacionados con el envejecimiento en los adultos mayores.
(Mi) Caso práctico explicado en 30 segundos:
Empecé a trabajar con Manolo hace casi 10 años. Sus hombros y su espalda torácica estaban deprimidos, su movilidad bien poca y su vida respondía a pasiva. Hoy, Manolo anda erguido y sus caderas observan como el tipo hace desde squats, zancadas y hasta levantamiento turco adaptado.
Manolo cumplirá el próximo año 90.
Manolo vive mejor su alargamiento de vida.
Si sabes que el entrenamiento puede acabar con tus dolores…
¿a qué esperas?
Los dolores son multifactoriales, pero no tengo dudas de que una gran parte de esos bastardos se debe a la inactividad, llámese articulaciones con telarañas.
No digo que no existe el dolor articular-muscular de índole complicado.
Sin embargo, creo firmemente que la gran mayoría son sub-productos de la falta de estabilidad y movilidad, tanto de un área específica como de sus aledaños.
Posterior-Chain Resistance Training Compared to General Exercise and Walking Programmes for the Treatment of Chronic Low Back Pain in the General Population: A Systematic Review and Meta-Analysis.
Nicholas Tataryn et al. (2021) Sports Med Open 8;7(1):17
Los resultados de este meta-análisis indican que 12-16 semanas de Entrenamiento de Resistencia de la Cadena Posterior tuvieron un mayor efecto que el Ejercicio General en el dolor de espalda baja crónico, en el nivel de discapacidad y la fuerza muscular.
(Mi) Caso práctico explicado en 30 segundos:
Yo mismo sufrí de Espondilolistesis en algunas vértebras de una columna abandonada tras años saltando.
Ansiedad por sufrir un dolor casi a diario, fajas semi-rígidas, alguna pastilla y lágrimas impotentes se encargaron de conseguirme el atributo de “miserable”.
Hoy, una parte central muy estable, una movilidad articular muy decente y una espalda muy, muy fuerte se ríen a carcajadas de aquel llorica y débil treintañero.
Mucho ha tenido que ver mis 170 kgs en peso muerto, aunque muchos no lo crean.
“Si crees que levantar pesos es peligroso, espérate a ser débil.
Ser débil es peligroso”.
Si sabes que el entrenamiento te da salud mental…
¿a qué esperas?
No hay ser en el planeta capaz de rebatir que el ejercicio es uno de los mejores conductores de una mente sana.
Digamos que poner de titulares en tu equipo a dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas es una apuesta ganadora. Si estás buscándolas en google ahora…haces bien.
Mental Health Benefits of Strength Training in Adults
Patrick J. O’Connor et al. (2010) Am J Lifestyle Med;4 (5):377-396
Este estudio de 2010 concluyó que el entrenamiento de fuerza se asocia con reducciones en los síntomas de ansiedad entre adultos sanos, reducciones en la intensidad del dolor entre pacientes con dolor lumbar, osteoartritis y fibromialgia; y mejoras en la cognición entre los adultos mayores.
(Mi) Caso práctico explicado en 1 minuto:
Hace muchos años entrené a un “ejecutivo ocupado”.
Un día su mujer se acercó a mi estudio sin aviso.
“Quiero darte las gracias, me dijo”, “desde que _____ está entrenando está más relajado. Ya no grita a los niños, ni a mí.”
¡Boom! Es de esos feed-backs que no sabes bien cómo recibir.
Ese señor es una de las personas más amables y sencillas que he conocido jamás, incluso llega al nivel del camarero de "Vacaciones en el Mar".
Sencillamente se olvidó por un tiempo de la persona más importante (Él).
Digamos que:
La Presión no se come a nadie…, si sabes enseñarle quién coño manda.
El Stress es el momento en el que la presión empieza a comerte. El stress te hace cometer errores.
Si sabes que el entrenamiento te da confianza, energía, libido y buen humor…
¿a qué esperas?
“Ser y Estar Fuerte” es mi mojo desde hace varios años.
Te aporta una auto-confianza descomunal, tienes más energía que una planta eléctrica, aquel buen humor que solías tener en los 80 volvió y, además…
(Mi) Caso práctico explicado en 30 segundos:
Hey Tommy, antes de entrenar, quería decirte que me encuentro genial y vuelvo a “estar en forma”, creo que mi mujer va a pagar la mitad de tu siguiente cuota.
El deseo y el rendimiento sexual es un beneficio colateral (el beneficio) que ya me han contado en alguna ocasión.
Y sí, también hay estudios apoyando todo esto.
Si sabes que el entrenamiento te puede salvar la vida
¿a qué esperas? ¿a qué coño esperas?...
El entrenamiento de fuerza estratégico y consistente NO TIENE CONTRAINDICACIÓN ALGUNA.
El entrenamiento de Fuerza te ayuda con dolores, confianza, energía, salud mental, rendimiento, humor, longevidad. Y hasta te hace ser algo tan sencillo que complicamos cada vez más: SER BUENA GENTE.
Salvar una vida no significa escapar de la muerte.
Salvar una vida significa “recargarla”, tomar los mandos, adueñarte de ella.
Salvar una vida significa ganarte el derecho a vivirla en plenitud, una vida larga y profunda.
Salvar una vida, en millones de casos, significa correr hacia ella, levantarla.
Tengo la Solución (aunque sabes cuál es...)
Sé que, quizás, aún no hayas podido probar ese sabor especial que tiene la fuerza.
O quizás lo has intentado en impulsos viscerales de semanas olvidadas en el tiempo.
Tienes que hacer algo. Debes hacer algo.
Versión simple:
Empieza a entrenar. Haz algo que te rete 2-4 veces en semana.
Sólo necesitas 2-4 horas semanales, pero con una consistencia aburridora, eterna.
Versión profundizada:
Esto de entrenar es como tu jubilación, cuentan los últimos 15 años cotizados para tu renta.
La edad de entrenamiento cuenta, y mucho.
Pero hay oportunidad para responder. Siempre.
Ponte las pilas, lo antes posible, y comienza a entrenar.
Sin prisas…
Sin pausas.
No necesitas ser “deportista” para empezar a entrenar, no necesitas “ponerte en forma primero” para empezar a entrenar.
Contrata un entrenador o entrenadora, acude al gym en el que te puedan asesorar (con ética profesional), pero haz algo de manera sistemática e inteligente.
Versión ética:
Lo siento, pero yo no puedo escribir un artículo sobre algo tan extremadamente importante, lanzar preguntas incómodas y dejarte con sudores y pensamientos hipocondríacos el resto de tu vida.
Si quieres cambiar el rumbo (por completo y con garantía 100%) y empezar a refrescar todas las células de tu cuerpo no te voy a dejar sola/o.
Soy Entrenador, me dedico a esto.
Entreno a otras personas, y no se me da nada mal.
Escríbeme, mándame un mensaje directo en IG, grítame por la calle si me ves (¡en serio!), háblame y te ayudo a ponerte en forma, a revivir.
No creas que esto es marketing, hay gente que me necesita.
Claro, me dedico a esto, es mi profesión, así me gano la vida, pero no lo consideres una “pesca” con red. Considéralo una oferta moral, humana, de alguien que ha ayudado a muchas personas a alterar sus vidas.
No sabes cuánta gente me ha dicho que nunca se atrevieron a preguntarme por vergüenza.
Es lo que hago, ayudo a gente increíble (como tú) a ser increíblemente fuerte en una vida increíble.
Y como dice un gran amigo: “Empezar a entrenar la fuerza es INNEGOCIABLE”.
¡Hey! ¿a qué diablos estás esperando?...
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